Descubriendo Mexico

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Ana is 40 years old and loves to travel. One day, she thinks she wants to visit places where people speak Spanish because she is learning the language.

She decides that her first trip will be to Mexico, a very large country full of beautiful things to see.

Mexico has many beautiful beaches, large mountains, and old cities with a lot of history.

Ana starts her adventure in Mexico City, which is the capital of the country. This city is huge and there are a lot of interesting things to see.

One of the first things Ana visits is the Zócalo, a very large and famous square in the center of the city.

Near this square, Ana sees the National Palace, where there are very large drawings on the walls made by an artist named Diego Rivera. These drawings are very colorful and tell stories about the people of Mexico.

Then, Ana decides to go to a place called Teotihuacán, which is a bit far from the city. Here, there are very ancient constructions called pyramids.

Ana climbs one of these pyramids, the Pyramid of the Sun, and from the top, she can see the whole place. It seems very impressive to her.

Afterward, Ana travels to the beach. She chooses to go to Cancún, which is very famous for its beaches with white sand and light blue water.

In Cancún, Ana swims in the sea and sunbathe on the beach. She enjoys the warmth of the sun and the cool water a lot.

After her unforgettable experiences in Mexico City, Teotihuacán, and Cancún, Ana decides that there is still much more she wants to discover in this beautiful country. Her next stop is Oaxaca, a place known for its art and gastronomy.

Upon arrival, the first thing Ana does is visit the local market, where she tries Oaxacan chocolate, which is very famous and different from any other chocolate she has tried before.

She also delights in some tlayudas, a typical dish of the region that she loves for its unique flavor.

While exploring Oaxaca, Ana comes across a local celebration. It's the Day of the Dead, a Mexican festival that celebrates the lives of those who are no longer here.

Ana marvels at seeing the altars full of flowers, photos, and offerings. People wear bright colors and there is music everywhere. Ana feels that this celebration shows how important it is to remember and celebrate loved ones.

After Oaxaca, Ana travels to Guanajuato, a city famous for its narrow and colorful streets, and its brightly painted houses.

In Guanajuato, she visits the Alley of the Kiss, a very narrow street where tradition says that couples must kiss on the third step to have good luck in their love.

Although Ana travels alone, she finds the story charming and takes a photo in that place to always remember it.

Ana also decides to explore the artisan traditions of Mexico. She visits a workshop where they make alebrijes, figures of fantastic animals painted in bright colors.

She learns about the meaning of each color and design, and how these reflect the artist's personality.

Ana chooses an alebrije to take home, as a memory of the creativity and imagination of the Mexican people.

Finally, Ana heads to the Riviera Maya, looking to relax in her last days in Mexico.

There, she visits the ruins of Tulum, ancient Mayan constructions facing the Caribbean Sea.

The view is spectacular, and Ana takes her time to contemplate the natural beauty and ancient history of the place.

On her return trip, Ana reflects on all the experiences she has lived in Mexico.

She has met the kindness of its people, tasted its delicious food, explored ancient ruins, and celebrated its traditions.

Mexico has taught her about diversity and cultural richness, and she feels grateful for every moment lived.

On her trip, Ana also tries a very popular food in Mexico. She eats tacos, which are very delicious, and drinks horchata water, which is a very nice drink.

She loves the food. In addition, Ana talks to many people in Mexico. She finds that people are very friendly and always happy.

Ana likes Mexico very much. She thinks it is a beautiful country, with a lot of history and a very rich culture.

With a heart full of memories and a suitcase full of gifts, Ana is ready for her next adventure: Spain.

However, she knows that Mexico will always have a special place in her heart, and she promises to return someday to discover even more about this wonderful country.

Spanish

Descubriendo México

Ana tiene 40 años y le gusta mucho viajar. Un día, piensa que quiere conocer lugares donde la gente hable español porque está aprendiendo este idioma.

Decide que su primer viaje será a México, un país muy grande y lleno de cosas bonitas para ver.

México tiene muchas playas hermosas, montañas grandes y ciudades viejas con mucha historia.

Ana empieza su aventura en la Ciudad de México, que es la capital del país. Esta ciudad es enorme y hay un montón de cosas interesantes para ver.

Una de las primeras cosas que Ana visita es el Zócalo, una plaza muy grande y famosa en el centro de la ciudad.

Cerca de esta plaza, Ana ve el Palacio Nacional, donde hay dibujos muy grandes en las paredes hechos por un artista llamado Diego Rivera. Estos dibujos son muy coloridos y cuentan historias sobre la gente de México.

Luego, Ana decide ir a un lugar llamado Teotihuacán, que está un poco lejos de la ciudad. Aquí, hay unas construcciones muy antiguas llamadas pirámides.

Ana sube una de estas pirámides, la Pirámide del Sol, y desde arriba puede ver todo el lugar. Le parece algo muy impresionante.

Después, Ana viaja a la playa. Elige ir a Cancún, que es muy famoso por sus playas con arena blanca y agua de color azul claro.

En Cancún, Ana nada en el mar y toma el sol en la playa. Disfruta mucho del calor del sol y del agua fresca.

Tras su inolvidable experiencia en la Ciudad de México, Teotihuacán y Cancún, Ana decide que aún hay mucho más que quiere descubrir en este hermoso país. Su siguiente parada es Oaxaca, un lugar conocido por su arte y su gastronomía.

Al llegar, lo primero que hace Ana es visitar el mercado local, donde prueba el chocolate oaxaqueño, que es muy famoso y diferente a cualquier otro chocolate que haya probado antes.

También se deleita con unas tlayudas, un platillo típico de la región que le encanta por su sabor único.

Mientras explora Oaxaca, Ana se encuentra con una celebración local. Es el Día de Muertos, una festividad mexicana que celebra la vida de los que ya no están.

Ana se maravilla al ver los altares llenos de flores, fotos y ofrendas. La gente viste de colores vivos y hay música por todas partes. Ana siente que esta celebración muestra lo importante que es recordar y celebrar a los seres queridos.

Después de Oaxaca, Ana viaja a Guanajuato, una ciudad famosa por sus calles estrechas y coloridas, y sus casas pintadas de colores brillantes.

En Guanajuato, visita el Callejón del Beso, una calle muy estrecha donde la tradición dice que las parejas deben besarse en el tercer escalón para tener buena suerte en su amor.

Aunque Ana viaja sola, encuentra la historia encantadora y se toma una foto en ese lugar para recordarlo siempre.

Ana también decide explorar las tradiciones artesanales de México. Visita un taller donde hacen alebrijes, unas figuras de animales fantásticos pintadas con colores brillantes.

Aprende sobre el significado de cada color y diseño, y cómo estos reflejan la personalidad del artista.

Ana elige un alebrije para llevar a casa, como un recuerdo de la creatividad y la imaginación del pueblo mexicano.

Finalmente, Ana se dirige a la Riviera Maya, buscando relajarse en sus últimas días en México.

Allí, visita las ruinas de Tulum, antiguas construcciones mayas frente al mar Caribe.

La vista es espectacular, y Ana se toma su tiempo para contemplar la belleza natural y la historia antigua del lugar.

En su viaje de regreso, Ana reflexiona sobre todas las experiencias que ha vivido en México.

Ha conocido la amabilidad de su gente, ha probado su deliciosa comida, ha explorado antiguas ruinas y ha celebrado sus tradiciones.

México le ha enseñado sobre la diversidad y la riqueza cultural, y se siente agradecida por cada momento vivido.

En su viaje, Ana también prueba una comida muy popular de México. Come tacos, que son muy deliciosos, y bebe agua de horchata, que es una bebida muy rica.

La comida le encanta. Además, Ana habla con muchas personas en México. Encuentra que la gente es muy amable y siempre está contenta.

A Ana le gusta mucho México. Piensa que es un país precioso, con mucha historia y una cultura muy rica.

Con el corazón lleno de recuerdos y una maleta llena de regalos, Ana está lista para su próxima aventura: España.

Sin embargo, sabe que México siempre tendrá un lugar especial en su corazón, y promete regresar algún día para descubrir aún más sobre este maravilloso país.

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